Como un ladron entre a tu casa
que se sostiene apenas de los pisos que viven mas abajo
desde aqui miro la calle , el cielo ya cambio de color
y los pajaros se fueron a cantar sobre otros cables de tendido eléctrico.
Desde aqui comando mi ejercito
las moscas son como yo, e invaden espacios de otros, los hacen suyos, los desechan.
Mi vida se resume entre cuartos y sextos pisos,
me traslado sigilosamente por las escaleras de servicio y cuento las grietas que han dejado los antiguos sobrevivientes para recordarnos las catastrofes pasadas.
Con el tiempo me converti en un instruso desconocido
y con un lenguaje resumido en gestos
salgo cada dia a la calle a vender mi cosecha nocturna.
fui amigo de cuantas noches de vidrios rotos en casas y autos abandonados.
Me gritan por ayuda, y yo suspiro.
Sus dueños no los quieren
carlos antunez, marzo 20011.
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